martes, 1 de diciembre de 2020

 

VAE VICTIS! Ay de los vencidos! Doña Mencía 1900-1950

 

28 Biografías de represaliados mencianos. Letra C

 

Cejudo Montes, Esteban

El alcalde Esteban Cejudo Montes, marchó a Jaén el 1 de agosto y allí permanecería hasta el término de la guerra. Con fecha del 25 de septiembre de 1939 se abre allí contra él, en la capital jiennense, un procedimiento sumarísimo de consejo de guerra que comienza con la declaración del “inculpado” tres días después, fecha en la que ingresa en la prisión provincial de Jaén. Desde la capital vecina se solicitan a Doña Mencía informes sobre sus antecedentes y su conducta que se remitirán pocos días después (el industrial Miguel Lama Úbeda, el comandante de puesto de la Guardia Civil Antonio Ferrero Peral, el alcalde Agustín Ortiz y el párroco Juan Navas Barba) y debido a que los hechos ocurrieron en otra provincia el tribunal de Jaén se inhibe en favor de la de Córdoba. Esteban Cejudo Montes ingresaría en la cárcel de Doña Mencía el 2 de julio de 1940, procedente de la de Jaén, y allí estuvo hasta el 24 de octubre de este año que ingresa en la cárcel habilitada de Córdoba.

¿Qué papel jugó el alcalde de Unión Republicana Esteban Cejudo Montes durante los días en que Doña Mencía estuvo bajo dominio del gobierno legítimo? ¿Fue una verdadera marioneta en manos de los comunistas del Centro Obrero de Oficios Varios y de Manuel Moreno Rosa su líder? Todo hace pensar que de algún modo fue así, pero este fue el gran dilema de los republicanos de Doña Mencía, entre los que sobresale la figura del maestro de Almagro don Alejandro Alcaide Redondo que tuvo una papel más activo y comprometido que el resto. También lo intentó Antonio Muñoz Priego, mientras el viejo líder republicano Manuel Montes Priego se mantuvo encerrado en su casa en esos días. Esteban Cejudo Montes continuaba la tradición de compromiso republicano que había iniciado su padre Acisclo Cejudo Gómez, fallecido en plena guerra (el 6 de enero de 1938)1 a los 84 años. Esteban Cejudo Montes recibirá críticas muy duras por parte de los conservadores mencianos y de la prensa de la capital cordobesa en su etapa como máximo edil durante el Frente Popular y en la vorágine de los días de julio de 1936 no se mantuvo de perfil sino que trató de influir en las decisiones que se tomaron en esos momentos.

 

El alcalde de Doña Mencía, Miguel Lama Borrallo, dirige una carta al Jefe de la Auditoría de Guerra el 5 de septiembre de 1940 informando que Esteban Cejudo Montes se encuentra detenido en el depósito municipal que no reúne las condiciones sanitarias adecuadas por si correspondiera su traslado. Fuente: ATMTSS. Cejudo Montes, Esteban, SS 43568/1939 N.º 12.695.

Tanto el industrial bodeguero Miguel Lama Úbeda como el párroco Juan Navas Barba lo tienen en buen concepto. El primero afirmará que era su barbero desde hacía muchos años y que lo tenía por hombre serio y trabajador y “poco aficionado a hablar”, matiza. No opina sobre su conducta política aunque sabe que “era completamente opuesto a la religión, oponiéndose a todos los entierros que querían que fuesen católicos”. Añade que “se levantó en armas en contra del Movimiento si bien por sí o inducido por los elementos comunistas que son los que el declarante cree mandaban la detención de personas de orden y la formación de comités que fueron los que operaron durante el dominio rojo”. Miguel Lama Úbeda fue una persona respetada por la izquierda, no sería detenido ni su casa registrada durante el dominio republicano. Todavía en el recuerdo de muchas personas se destaca su generosidad y humanismo.

El cura párroco hace una larga declaración manuscrita en la que afirma que Esteban Cejudo Montes, “a pesar de sus ideas políticas” era un “hombre formal y nada exaltado”. A continuación añade que no consiguió “conservar su prestigio de autoridad” en el asunto de los entierros católicos y que de “su pusilanimidad y cobardía se valieron los comunistas para efectuar requisas y encarcelarnos”, actos que, según el religioso, “ni los mandaba ni los impedía por temor a que lo arrastrasen como otros casos”. Y añade al final que “si algo pudo hacer su menguada autoridad tal vez sirviera para que los comunistas no cometieran crímenes como sucedió en pueblos circunvecinos y que al abandonar el pueblo los dirigentes dieran libertad a los presos”, y el concepto que tiene de él “puede reducirse a estas palabras: un fanático republicano que tuvo la mala suerte de ser alcalde al advenimiento del glorioso movimiento que por su cobardía y pusilanimidad sirvió de pantalla a los comunistas para sus desmanes y que por ser honrado a su manera tal vez evitara mayores males”. También el médico, José Sánchez González, respecto al alcalde republicano, anota que “nada puede decir en contra suya puesto que de él no ha recibido daño alguno”. Los informes tanto del comandante de puesto de la Guardia Civil, como del alcalde y del jefe local de Falange son muy críticos así como los del oficial del Ayuntamiento Manuel Ortiz Alférez, al que destituyó cuando Esteban Cejudo Montes accedió a la alcaldía.

El sargento de la Guardia Civil, Antonio Ferrero Peral, en su informe del 13 de octubre de 1941, hará constar que desde marzo de 1936 cuando accedió a la alcaldía hasta la “iniciación del Glorioso Alzamiento Nacional hizo una labor desastrosa… oponiéndose a todo lo que representara orden y justicia, y rotundamente a que se celebraran entierros católicos”. Además de la formación de diversos comités para la Defensa de la República, añadiría en su informe, “arrojó a las religiosas Hijas de Cristo Rey del Convento para establecer en él las cocinas populares y visitaba con frecuencia los lugares donde tenían detenidas a las personas de derechas mofándose y ensañándose con palabras groseras en ellos” y además en su huida del 1 de agosto se llevó el dinero que existía en la caja del Ayuntamiento”. Luego se precisará que eran 2.000 ptas.

En los mismos términos se expresan, como hemos anotado más arriba, los informes de Agustín Ortiz Fernández, alcalde, y de Francisco Blasco Vizcaíno, Jefe local de Falange. Pero la acusación más dura y de mayor calado proviene de Manuel Ortiz Alférez quien, el 27 de octubre de 1941, además de aludir a la prohibición de los entierros católicos y a los comités que se formaron en los primeros días del golpe de Estado (o Glorioso Movimiento, como era la terminología habitual en aquel momento) refiere que “su actuación como alcalde fue funestísima” y que al ser despedido del Ayuntamiento el alcalde le espetó: “¡De aquí puedes marcharte, no serás admitido mientras yo sea el alcalde, canallas, cavernícolas como tú no entrarán en este Ayuntamiento mientras nosotros mandemos!”. La situación fue tensa, por lo que imaginamos, y después de que el gobernador ordenase la reposición en su puesto de Manuel Ortiz Alférez, uno de las personas que según todas los testimonios estaba muy cercana a posiciones de extrema derecha, el alcalde desobedeció la orden de la máxima autoridad cordobesa.

 

Esteban Cejudo Montes en la declaración ante el tribunal que le juzgaba negará las acusaciones de organizador de los Comités que se constituyeron en el pueblo y de las detenciones, requisas y desmanes que se cometieron, pues apunta, “los organizadores de dichos comités era el elemento obrero, pues él no se metió en ninguna organización”. También negó que insultara -de lo que también le acusó Manuel Ortiz Alférez- a los presos detenidos, y precisa que sí hizo lo posible para que fuesen trasladados del depósito del Ayuntamiento a las escuelas sitas en la calle Juan Valera que era un “lugar más amplio y saneado”. Respecto a los 2.000 ptas que faltaban en la caja, indica que había tres llaves y que la suya se la entregó a su esposa que no sabía la cantidad que había en misma.

 

Sabemos que en julio de 1940 figura como el único detenido en el depósito municipal de Doña Mencía y se abonaron 30 socorros en su concepto (1,40 por día: total 34,50), pero su nombre aparece también como único encarcelado a lo largo de todo el mes de agosto, septiembre y octubre de 1940 hasta el día 24, compartiendo prisión con Manuel Corpas Nadales y Francisco Cubero Úbeda. Con fecha del 5 de septiembre, cuando lleva más de dos meses detenido en el depósito municipal de Doña Mencía, el alcalde Miguel Lama Borrallo, envía un escrito al Jefe de la Auditoría de Guerra comunicando que dicho local “no reúne condiciones sanitarias para tener recluidos un tan relativamente largo período de tiempo, sin detrimento de la salud de los reclusos… por si correspondiera el traslado de este detenido a una prisión de partido o un cambio en el régimen de detención”. Otro escrito y en los mismos términos remite el nuevo alcalde Juan Roldán veinte días después y con fecha del 24 de octubre, el exalcalde republicano de Doña Mencía ingresa en la prisión provincial de Córdoba.

 

Certificado de defunción de Esteban Cejudo Montes, de 57 años, detenido en la Prisión Habilitada de Córdoba, situada en la Carretera Pedroche, indicando que falleció a las 6:30 horas del 12 de enero de 1942 a consecuencia de una Hemorragia cerebral y causa fundamental Arterioesclerosis. Fuente: ATMTSS. Cejudo Montes, Esteban, SS 43568/1939 N.º 12.695.

La primera declaración del encartado Esteban Cejudo Montes ante el juez instructor de Córdoba se llevará a cabo el 8 de octubre de 1941, casi un año después de su ingreso en prisión. Ya llevaba detenido casi dos años. Tras recoger los informes de las autoridades y varias declaraciones, comienza en Córdoba el 22 de noviembre de 1941 el auto de procesamiento y con fecha del 13 de enero de 1942, firmada en Sevilla, “queda concretada la pena correspondiente al delito apreciado” a la de TREINTA AÑOS DE RECLUSIÓN MAYOR. Se ignoraba que Esteban Cejudo Montes había muerto el día anterior a las 6:30 horas a consecuencia de “causa inmediata: hemorragia cerebral. Causa fundamental: Arteriosclerosis”, según consta en el certificado de defunción firmado el 3 de febrero de 1942. No será el único de los líderes mencianos que moriría en una cárcel de posguerra. 2

 

1 Su hijo Esteban Cejudo Montes solo le sobrevivirá cuatro años al fallecer el 12 de enero de 1942 en la cárcel de Córdoba.

2ATMTSS. Cejudo Montes, Esteban, SS 43568/1939 N.º 12.695.

 

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