domingo, 21 de febrero de 2010

Las quintas de los soldados republicanos de Doña Mencía, 1929 (06)


La quinta de 1929. AHMDM


La quinta de 1929 es la de Francisco (Antonio) Montes Navas, la de Fermín Gómez Sevillano –exiliado en Francia-, la de Marcelo Navas Caballero –muerto en Gusen en diciembre de 1941, la de Gregorio Porras Moreno, la de Ramón Priego Salamanca, la de Domingo Poyato Jiménez, el padre de Jose Poyato, mi amigo, la de Antonio Córdoba Moreno, -también exiliado en Francia- tío de Pedro Córdoba, la de Francisco Flores Montes, el padre de Francisco Flores, la de Manuel Barba Montañéz, Santiago Güeto Urbano –detenido en Montilla-, de Antonio Gómez Moreno, detenido en Córdoba, José Priego Cubero, exiliado en Francia y cuyo datos también aparecen en la base del centro Documental de Memoria Histórica, Manuel Priego Gómez, detenido en Cabra, etc. (Ver el enlace de biografías).

Sus historias resumen el sufrimiento de los jóvenes de su tiempo. Francisco (Antonio) Montes Navas acaba de cumplir 101 años y de algún modo se ha convertido en testigo inteligente de ese pasado que muchos quieren olvidar. Tras colocar a su tío en Jaén, Antonio se enrola en el ejército republicano –me volvía a recordar en la última conversación que mantuve con él a mediados de agosto de este año- en Jaén. De allí a Ciudad Real y Guadalajara luchando contra los italianos –también había muchos marroquíes con ellos, me recuerda- y después en Albarracín, donde nace el Tajo, apunta. Una vez terminada la guerra y tras pasar un mes en la cárcel de Alcalá de Henares -¡Allí si que se fusilaba a gente! Antonio-, acompañado de otro soldado de Jaén y de Vicente Porras, de Doña Mencía, se montaron en el tren en Espeluy . Una vez en Doña Mencía teníamos que ir al José Antonio, en la calle Juan Valera y al cuartel de la Guardia Civil. Nos obligaban a cantar el Cara el sol con la plaza abarrotado de mujeres en los balcones, con el Pijiro dirigiendo hasta que llegó un teniente y aquellos e acabó.


Antonio Montes Navs y su tío Manuel Montes Priego
(Col. familiar Antonio Montes Navas)


En enero, en medio de las aceitunas, de 1940 nos llevaron a San Roque. Allí estuve cinco meses y medio trabajando de barbero. Tenía pase y conseguía comida en los barcos. Estábamos cerca de la estación y los domingos, recuerda, había plaza. Allí coincidí con Laureano Muñoz Jiménez (Rompehigos) y con Zerote, Manuel, el más valiente de todos y que sacaba más patatas que nadie. Y también Antonio nos habló de sus años mozos: “No me gustaba la escuela y no aprendí a leer. Me pasaba el tiempo jugando a las cartas. Estuve sirviendo con los segaores en La Campiña desde los 10 años. Así durante cuatro años. A los 15 años cogí unas calenturas, creo que era paludismo. Mi tio Manuel me llevó a Aguilar y con quinina me la quitaron. Estuve trabajando el cortijo de Camarero cerca de Los Cansinos.

Fermin Gómez Sevillano

Fermín Gómez Sevillano, domiciliado en la calles Eras, 6, aparece como exiliado en Francia. Así fue y así es corroborado por lo que me han informado sus familiares y por la información que aparece en un libro editado por la Diputación sobre la vida de nuestros mayores. Fermín fue sargento del ejército republicano y también aparece en la base documental del ejército republicano. Fermín estuvo en la 11 Brigada Internacional y recibía paga como suboficial del ejército de la República. Era una persona muy culta –me decía su sobrina María- y al término de la guerra estuvo en un campo de concentración al sur de Francia. Volvería a España engañado por la amnistía que iba a conceder a Franco a los que no tuvieran las manos manchadas de sangre. Según Maria -la madre de Julio y Ramón- tras regresar a Doña Mencía estuvo en el Penal del Puerto de Santa María con José María (Ramón) o con Teodoro. Parece que estuvo con éste último. Muere en 2000 o 2001 -se suicidó atando su cuello con una puerta de su casa-. En la biografía alude al maestro del pueblo -¿Don Alejandro?- y a los campos de concentración de Francia de los que salió cuando fue reclamado para trabajar. La mujer de Fermín era hermana de la madre de Pedro Córdoba Navas.


Fermin Gómez Sevillano

Afortunadamente nuestro modesto Archivo Histórico Municipal sigue ofreciendo sorpresas de interés. Así, en el mismo, aunque sin catalogar, se conserva, como la de otros muchos soldados republicanos que todavía vivían, la instancia -con el nombre de Juan Bonoso en el DNI- que, a principios de diciembre de 1984, elevó con objeto de su reconocimiento a efecto del cobro de la pensión correspondiente. En la misma se indica que Fermín había alcanzado el grado de teniente y que, en efecto, había pertenecido a la 11 Brigada Internacional en el Batallón Thälmann. Pero es más interesante todavía la nota manuscrita que en la que se puede leer además que estaba integrado en la 2ª compañía del batallón citado, y que sufrió varias heridas por una bomba de mano y que fue llevado al hospital de Reus, más tarde a Villafranca del Penedés y luego a Olot. Pasó la frontera en ambulancia para llegar a uno de los campos de prisioneros del sur de Francia. En el país vecino pasaría tres años antes de su regreso a España.


De Gregorio Porras Moreno sabemos que estaba detenido en aquellos momentos en Cabra, que en diciembre de 1940 se solicitan informes desde la prisión de Puente Genil para que se participe que por orden del Gobernador civil sea trasladado a Córdoba. En febrero de 1941 se ruega se comunique a disposición de qué autoridad se encontraba en este Depósito Municipal el detenido Gregorio Porras Moreno.

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