¿Esclavos en Doña Mencía?

Así es. En Doña Mencía también hubo esclavos. Pero no nos estamos refiriendo a la esclavitud del mundo antiguo, que también debió existir en las villas romanas del término de nuestro pueblo, sino a la que se extendió en la Edad Moderna. A fines del siglo XVI, según Domínguez Ortiz, había en España unos 100.000 esclavos, más o menos un 1,25 % del total de la población. Según Benassar, del que hemos tomados estas referencias históricas sobre la esclavitud, el período más favorable para el aumento de esclavos fue el que va desde 1570 a 1640, cuando el mundo musulmán y África rivalizan en surtir de esclavos la península Ibérica. La victoria de Lepanto (1571) y otros éxitos militares proporcionaron varios miles de esclavos y, a partir de 1580, cuando el reino de Portugal es heredado por Felipe II, Lisboa se convierte en una fuente importante de suministros de esclavos hacia Sevilla y a las demás ciudades de Andalucía. De hecho, en las principales ciudades andaluzas el número de esclavos era ciertamente elevado y sólo Sevilla, con una población que en 1565 superaba los 400.000 habitantes, había cerca de 15.000 esclavos (en torno a un 3 %). Es la mediana y la alta nobleza las que desean adquirir esclavos, que se convierten en una fuente de prestigio social, aunque muchas esclavas fueron destinadas a surtir los prostíbulos, como está documentado en el caso de Córdoba. El esclavo es considerado, en aquella época, como un ser humano dotado de alma inmortal y, por ello, los nuevos propietarios, como veremos al referirnos a nuestro pueblo, los hacían bautizar.

Veamos las referencias a la esclavitud encontradas en las actas de bautismos y defunciones del Archivo Parroquial de Doña Mencía. La primera referencia es del 15 de diciembre de 1554, fecha en la que es bautizada Isabel, esclava de Pedro de Lucena, el viejo. En nuestro pueblo, como en el resto de Andalucía, fueron las clases acomodadas las que tenían esclavos a su servicio. Así, el 7 de diciembre de 1559 es bautizado un negrillo, que crió la negra del Alcalde. Fue llamado Gonzalo. En 1562 fueron bautizados dos nuevos esclavos en Doña Mencía: el 15 de abril, Isabel, hija de Ana, esclava de Juan Gómez y el 2 de agosto Luís, hijo de María, esclava del señor Alcalde, Antón de Navarrete. ¿Es la misma esclava que ya tuvo otro hijo en 1559? No lo sabemos. Tres años más tarde, y con fecha del 15 de septiembre se bautizaron dos esclavas más del señor Alcalde Antón de Navarrete. Fueron llamadas Juana y Marina. En 1569 fue bautizado Gabriel, hijo de Luisa, la esclava de Francisco Gómez, el Viejo, y ya mucho más tarde, poco antes de finalizar el siglo, en 1591, es bautizada Lucía, hija de Marta, esclava, y de Juan López.

En los libros de entierros sólo hemos encontrado dos referencias: el 16 de julio de 1673 es enterrado un negro del tesorero Juan Alcalá Galiano y el 27 de diciembre de 1696, Thomas, el negro de Doña Jacinta Roldán. Los apellidos de la pequeña nobleza menciana, Alcalá, Galiano y Roldán también aparecen como dueños de esclavos en nuestro pueblo. Y seguramente que hubo más, de los que encontraremos noticias a medida que profundicemos en las distintas fuentes históricas sobre nuestro pueblo. Esto es sólo una muestra.

Las referencias históricas sobre la esclavitud han sido tomadas de: BENASSAR, B. “LOS ESPAÑOLES. Actitudes y mentalidad; desde s. XVI al s. XIX”. Madrid 1985.