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martes, 7 de diciembre de 2010

Don Carlos de Toro Soulé, maestro de Doña Mencía, 02

Diario de Córdoba, 5 de octubre de 1922.
Fuente: Prensa Histórica

La primera referencia que encontramos sobre Carlos de Toro Soulé en las hemerotecas digitales antes citadas aparece en la edición del 30 de marzo de 1908 del Diario de Córdoba en cuya primera página se indica que ha sido nombrado maestro de una escuela de Baena por el Rectorado de la Universidad de Sevilla. Cinco años más tarde sería nombrado auxiliar de una escuela de Doña Mencía, según consta en la edición del 18 de enero de 1913 de este mismo periódico. Ese mismo año, El Defensor de Córdoba, en la edición del 12 de septiembre, publicará una breve columna firmada por Carlos de Toro titulada EDUCACIÓN E INSTRUCCIÓN, en la que, tras hacer constar que es “ notorio que el pueblo español carece de la educación e instrucción que debiera tener”, hace un defensa encendida de la escuela pública al alcance de todos y que el día en que, finaliza, “se consiga que cada calle tenga una escuela, ese día sobrarán, seguramente la mayoría de los establecimientos penales”. Hay referencias a su permanecia en Guadalcázar y a sus idas a Doña Mencía, como la que se registra en la edición del 20 de enero de 1920 de El Defensor de Córdoba, cuando se publica una breve crónica, bajo el título de “La odisea de un maestro”, en la que se expone el lamentable estado en que don Carlos de Toro, su esposa e hijos pasan una temporada en Doña Mencía al no disponer de casa en Guadalcázar. A mayor desgracia se añade que durante el viaje le han robado el equipaje y que sus hijos han llegado enfermos debido “a la crudeza del tiempo y a lo largo del trayecto y todo es debido”, puntualiza el corresponsal menciano, “a la mala interpretación de algunos alcaldes que no quieren comprender que los maestros tiene derecho a casa-habitación decente y capaz”.

Diario de Córdoba, 24 de enero de 1924.
Fuente: Prensa Histórica

Hay varias referencias, como decíamos arriba, a su estancia en Guadalcázar, pero desde 1922, su vida estuvo ligada a Doña Mencía, donde impulsaría una intensa actividad cultural. Así, en la portada del Diario de Córdoba de la edición del 16 de enero de 1924 se publican dos referencias al respecto: la parte superior de la columna se refiere a “La Mutualidad Escolar de Doña Mencía” y más abajo -dicha noticia se repite también en la edición del 22 de enero- y con el título de “A los amantes de la Escuela y sus instituciones”, se habla del intento de don Carlos de Toro y de don Amancio Negral para establecer una biblioteca popular, “deseosos de elevar el espíritu, todo lo posible y velando por la más completa educación cultural de sus alumnos”, por lo que suplican que “los amantes de lo bueno donen algunos libros para dicha biblioteca”. La noticia referida a la Mutualidad escolar “Obispo Cubero”, que así se llamaba, es más extensa y en la misma se afirma que “la simpática institución, cuyos fines altruistas y donativos son de todos conocidos” ha sido “acogida con entusiasmo por las personas de más valía (sic) de la localidad”. A continuación se enumeran las aportaciones de dichas personas, comenzando por don Francisco Barea, abogado y exgobernador que aportó 30 pesetas y terminando por Modesto González Martínez que solo pudo donar 2 (modestas) pesetas. La Junta Directiva estaba presidida por el principal impulsor, don Carlos de Toro con don Amancio Negral actuando de secretario.


Diario de Córdoba, 24 de enero de 1924.
Fuente: Prensa Histórica

El 19 de noviembre de ese mismo y también en una de las columnas de la primera página del diario citado más arriba, se habla con cierta extensión del curso de conferencias para adultos que se está celebrando en el salón de clase de la Nacional de niños de Doña Mencía. La primera conferencia, con “el local completamente lleno, pasando de ciento el número de alumnos”, fue impartida por “el farmaceútico y digno alcalde” don Juan Güeto Roldán, quien siempre se destacó, como la mayoría de los miembros de su familia, de tendencia republicana, por sus críticas a la chata política municipal de aquellos años. En diciembre del año anterior, según consta en las actas de la época, expresó en la reunión del Concejo Municipal que “hubiese un reloj público que no funciona”, así como el mal estado de las escuelas del pueblo y el abandono de los maestros. En la misma sesión, pidió la prohibición de una rifa “que actualmente está instalada en la vía pública”.


Diario de Córdoba, 19 de noviembre de 1924.
Fuente: Prensa Histórica

En la sesión del 18 de septiembre de 1925, renunciaría al cargo de concejal. En aquel acto de noviembre de 1924, según consta en la crónica enviada por el corresponsal menciano, el alcalde “dio una vez más pruebas de su amor e interés por la Escuela y al concluir entregó veinticinco pesetas a los maestros, con objeto de que adquieran para los adultos doce ejemplares del libro “Corazón” de Amicis, la historia de aquel Pedro que vimos en la televisión de los años 80.

Ya vimos más arriba la referencia a la fiesta del libro de 1929 y los magníficos resultados obtenidos por los alumnos de enseñanza libre, ente los que figura Carlos de Toro Campos, hijo de don Carlos. Días antes en que se proclamara la República, don Carlos de Toro Soulé junto al otro maestro nacional del pueblo, don Ernesto Martín, figuraban entre los representantes de las fuerzas vivas del pueblo que asistieron al acto de entrega celebrado en la mañana del domingo de ramos -5 de abril- del pago del subsidio de maternidad. Se entregaron 50 pesetas “a cada obrera, las que satisfechas y llenas de alegría acogieron el premio que el Estado les concede”. Al final del acto, todos los presentes fueron obsequiados por el señor Campos, diputado provincial, “con exquisitos vinos y excelentes empapantes”. POLÍTICA, 10 de abril de 1931. Página 6.

POLITICA, 10 de abril de 1931.
Fuente: Prensa Histórica

En los próximos días, en cuanto dispongamos de más materiales sobre don Carlos de Toro Soulé haremos un nueva entrada en este blog.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Don Carlos de Toro Soulé, maestro de Doña Mencía, 01


Curso 1929/30. Carlos de Toro Soulé y sus alumnos de enseñanza libre.
Doña Mencía. Foto del álbum de Carlos de Toro Luque.


a Carlos de Toro Luque, su nieto


Conocí a Carlos de Toro Luque en mi época de estudiante a comienzos de los años 70 del pasado siglo. Después concidiríamos, ya como compañeros de claustro, en el Instituto Averroes de Córdoba a finales de los 80 en el que, ambos, por necesidades del servicio, nunca mejor dicho, nos tocó llevar las riendas de ese centro docente tan maravilloso, por el profesorado que allí enseña y, también, ¡como no!, por su alumnado. En los últimos años, el trabajo nos ha unido de nuevo y ha servido para consolidar unos lazos de amistad y de respeto hacia su persona. Si en los inicios, Carlos de Toro me hablaba de su familia menciana y del buen vino de la bodega Luque, poco a poco hablabámos cada vez con mayor frecuencia de su abuelo, Carlos de Toro Soulé, maestro en la Doña Mencía del primer tercio del sifglo XX, del que conservaba una importante cantidad de materiales, tanto fotografías como tareas de los alumnos que pasaron por su aula. Hace unos días Carlos de Toro Luque me mostró la imagen que adjuntamos y en la que vemos a su abuelo junto al grupo de alumnos que recibían enseñanza por libre. En una próxima entrada os mostraremos más imágenes de los materiales que todavía conserva Carlos de Toro, su nieto.

Diario de Córdoba, 10 de octubre de 1929. Página 3.
Fuente: Web de Prensa Histórica. MCU.

La fotografía corresponde al curso 1929/30, según está escrito en el reverso de la misma, y en ella vemos al fondo en el centro y presidiendo la escena a don Carlos de Toro Soulé junto a otro joven trajeado -¿es el otro maestro apellidado Negral?- y a su izquierda a Carlos de Toro Campos, su hijo. Entre los otros alumnos se puede indentificar a Juan Luque Albañil, a la izquierda del grupo que se casará con la hija de don Carlos de Toro Soulé, Lola Luque. ¿Podemos identificar al resto? Seguro que José Jiménez, nuestro buen amigo será capaz de ello. Sólo sabemos que en la edición del 10 de octubre de 1929, del Diario de Córdoba, y en la página 3, se publica una reseña sobre la celebración en Doña Mencía, de La Fiesta del Libro, en la que, las “escuelas nacionales, vestidas de limpio, se han visto llenas de alumnos que concurren deseosos de adquirir su preciado libro que guardan con ansiedad... “. Después se refiere el corresponsal menciano a las “notorias ventajas que el libro bueno reporta en los escolares y en su familia”. Por tal motivo el Ayuntamiento ha repartido entre las cuatro escuelas del pueblo “unos trescientos volúmenes muy instructivos y propios para el objeto de la Fiesta”. Pero lo más interesante, para saber quiénes son los demás alumnos de enseñanza libre, viene al final de la crónica al citar todos los nombres de los mismos, quienes han obtenido ocho sobresalientes y veintinueve aprobados -¡para que aprendan los de ahora!-. Estos son sus nombres, precedidos con el correspondiente don, por supuesto: don Antonio Poyato Blanco, que no dejaría buena estela en nuestro pueblo, don Carlos de Toro Campos, su hijo citado más arriba, don Manuel Ruiz Contreras, don Antonio Luque Urbano, don Juan Santiago Moreno, don Julián Muñoz Valentín, don Juan Luque Albañir (sic) y don Juan Priego Moreno.

¿Quién fue Carlos de Toro Soulé? Muchos mayores mencianos me habían hablado de él, así como de don Alejandro Alcaide Redondo, que sería depurado tras la guerra civil. Don Carlos de Toro Soulé formó parte de la comisión gestora municipal republicana de Doña Mencía bajo la alcaldía de Francisco Ortiz Gan, don Paco, tras los sucesos de la manifestación del 6 de septiembre de 1931 en el que sería destituido el alcalde democrático Manuel Moreno Rosa así como todos los miembros de su corporación. Carlos Toro sería el sindico municipal hasta que sea aceptada su petición de dimisión que reclama en la sesión del 30 de septiembre de 1933.

En los materiales de las diversas hemerotecas digitalizadas, la de la Biblioteca Nacional, así como la de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura, fundamentalmente, hemos encontrado referencias de interés sobre su vida, su huella en las escuelas de Guadalcázar y Doña Mencía, y también sobre su obra. De ello hablaremos en la próxima entrada.