El Pilar de Abajo a principios del siglo XX
Foto: Ayuntamiento de Doña Mencía.
Pocas cosas destacables aparecen sobre este año en las actas capitulares salvo la alabanza que hicieron los propietarios del pueblo a la labor de la guardia civil en la custodia de la última cosecha de aceitunas, según consta en el acta del 27 de febrero de ese año. La feria de San Pedro estuvo muy decaída, según la crónica del Diario de Córdoba del 3 de mayo, pues solo hubo “unos puestos de turrones, varios juegos de muchachos y el indispensable tiovivo, que por el ruido que tenían parercía que había algo”. Menos mal que las abundantes lluvias de invierno auguraban buenas sementeras y recolección, los olivos tenían mucha trama y se esperaba abundante fruto en las viñas, según se informaba en la parte final de la noticia. Pero el acontecimeinto del año fue la visita pastoral que hizo al pueblo a finales de mayo el Sr. Obispo de la diócesis, si tenemos en cuenta el espacio, casi dos columnas de cinco, en la portada de El defensor de Córdoba, del 1 de junio. No faltó nada en el recibimiento: párvulos con la enseña roja y güalda y numerosas banderitas, vivas calurosos del pueblo en masa, Marcha Real, disparo de infinidad de voladoras y repique de campanas, etc. Y después, recorrido por las callles del pueblo (calle Granada, plaza de la Constitución, plazuela de la Cruz, Sánchez-Guerra, Juan Valera y Angustias) que ostentaban lujosas colgaduras hasta llegar a la parroquia. Hubo más de 600 confirmaciones.
Fuente. AHMDM y BNE Hemeroteca y Prensa digital.
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