martes, 30 de marzo de 2010

Las quintas de los soldados republicanos de Doña Mencía (1922-1935) y 07.


La mitad de la quinta de 1930 no está en Doña Mencía al término de la guerra civil. Domingo Buitrago Moreno está en el Batallón de Trabajadores, número 41; Juan Carrillo Moreno, detenido en Montilla y Juan Mª Jiménez León, en Cabra, mientras Manuel Jiménez Montañés, está en Francia.

La de 1931 es la quinta de Agustín Guardeño Muñoz del que en febrero de 1941 se ordena sea puesto en libertad el inculpado pidiendo certificado del tiempo que estuvo en el depósito municipal. También es la quinta de Fernando Moreno Rosa y de Manuel Pérez López, ambos, exiliados en Francia.

En la de 1932 aparecen Pedro Antonio Buitrago Luna, en aquellos momentos detenido en el Batallón de Trabajadores, Nº 209, Juan Contreras Gómez, del que con fecha 29 de junio de 1941 envía certificación desde el Batallón de Trabajadores Nº 21 de Teruel, de Francisco Gómez Jurado, detenido en Valencia, y de Manuel Ordóñez Jurado, exiliado en Francia.

La quinta de 1933 es la de Rafael Muñoz Moreno, nuestro querido amigo Rafael que tantas cosas nos ha contado del pasado de nuestro pueblo y que falleció a finales del año pasado. Él llegó a Doña Mencía, como nos cuenta más abajo, a principios de febrero de 1939 y más tarde, como muchos otros mencianos, sufrió los horrores del batallón de Trabajadores de San Roque. Esto es sólo un fragmento de las varias conversaciones que he mantenido con él quien, a pesar de su sordera y de los años, sigue dando ejemplo de vitalidad y de una generosidad a raudales. Su testimonio, del que este fragmento es sólo un avance, es un ejemplo de sufrimiento de aquella de generación de españoles que la guerra civil marcó para siempre

El final de la guerra nos cogió en Villastar, cerca de Villaespesa, en la Muela de Teruel. Había quien lloraba cuando se enteraron del fin de la guerra. Tuvimos que entregamos y nos llevaron presos una semana a la plaza de toros de Teruel. En la arena estábamos como los guarros tirados al suelo. Tanto la arena como el anillo estaban abarrotados de prisioneros a los que nos daban de comer algunos pedazos de pan y una lata de sardinas. Desde allí nos llevaron en camiones a Zaragoza, aunque nos descargaron en Calatayud. Allí pude escapar y coger un tren para Doña Mencía. Tras un viaje lleno de dificultades Rafael, junto a Conejo y el Rubio Majito llegan a la estación de Doña Mencía a principios de febrero de 1939. Al día siguiente fui al cuartel había cuatro o cinco falangistas en las cocheras de Sánchez y la gente nos recibió malísimamente-. Dimos un rodeo por la calle Recodos hasta llegar a José Antonio en la calle La Virgen –en los Poyatos- donde nos tomaron declaración. En aquel momento había de 20 a 25 detenidos. Desde allí se los llevaban a la cárcel, a Cabra, a Montilla o a Córdoba. A Antonio Muñoz y a Manuel Quince se los llevaron a Cabra.

Después vendría lo de San Roque. Yo estaba en los Ballesteros, me llamaron al cuartel y tras estar detenidos varios días, de tres en fondo nos llevaron a unos 89 mencianos hacia la estación. El 1 de enero de 1940 nos metieron en unos vagones de carga que pasaban a las 12 horas. El destino fue San Roque, en un cerro que hay entre la estación de San Roque y Algeciras –el cerro La Pólvora-, en un fuerte cuadrado que había allí de cuando los moros. Allí estuve ocho meses, aunque cuatro de ellos los pasé en la enfermería. Todas las noches se llevaban a alguien para ejecutarlo y había duros castigos para quien se saltaba las normas. Los trabajos forzados consistían en cargar barriles de alquitrán, sacos de cemento, descargar material de carreteras o del tren. Nos llevaban también al río Guadiaro a por arena o a descargar un barco cargado de cemento -todavía me acuerdo de su nombre, el villa Tordesillas-. Y así desde por la mañana hasta la noche.

En el batallón coincidí con el otro grupo de aquí los textos hablan de 99 mencianos en total-. Eugenio Moreno Rosa nos decía que allí había que estar calladitos. Pocos escaparon de ir a San Roque, los únicos que dejaron fueron José Mª Córdoba y Frasquito el carpintero, (se refiere a Francisco Aceituno Gómez) el mayor, hermano de Vicente el carpintero, casado con la Morronga. ¿Qué habéis hecho en vuestro pueblo para traer tanta gente aquí? Nos preguntaban en San Roque.


De total de compañeros de quinta de Rafael, 19, cuatro de ellos, Juan Pedro Cubero Cantero, Ciriaco Jurado Luna, Julián López Navas y Juan Montañéz Bujalance se encontraban en aquellos momentos en el exilio en Francia, y tres estaban encarcelados, dos en Cabra, Rafael Gan Villatoro será puesto en libertad en febrero de 1941- y Julián Gómez Caballero, y el tercero en Alicante, Romualdo Jiménez Bujalance.

La de 1934 es la de Fausto Ruiz Cubero, el padre de José María Ruiz Vargas, que fue compañero de Rafael Muñoz en San Roque y que pasó parte de la guerra en Madrid junto Francisco Flores y que colaboraron en la salvación de algún menciano de derechas. También es la quinta de Juan Córdoba Moreno, el padre de Pedro Córdoba que figura como detenido en Córdoba y que más tarde se exiliaría a Francia de donde no regresó jamás. Su hijo, emigrante en Francia, pudo acudir al entierro. También es la quinta de Víctor Campos Jiménez, que figura también en el exilio en Francia, compañero de Rafael Muñoz y de Andrés Priego Ojeda. Según algunas fuentes regresó a Doña Mencía, estableciéndose en Granada más tarde. Hay dos exiliados más, Polonio Gómez Moreno y Agustín Montes Flores. Sólo dos figuran como detenidos, uno en Cabra, el sargento Púa, amigo de Rafael y barbero en San Roque, Salvador Bujalance Gómez, y Juan Córdoba Moreno, ya citado. A esta quinta pertenece también Pelagio Montañéz Bujalance, el padre de Pelagio, y un hermano de Fermín Gómez Sevillano, José María (Ramón) Gómez Sevillano.

La quinta de 1935 es populosa, 19 soldados, y no figura nadie como exiliado en Francia, pero el número de detenidos en distintas cárceles del país es elevado: Ramón y Vicente Bujalance Barba, junto a Eugenio Moreno Rosa del que ya hablamos arriba- y Rafael Polo Polo estaban detenidos en Cabra, Benjamín Jiménez Bujalance está detenido en Granada, Manuel Gan Aceituno en Málaga y Manuel Gómez Moreno en Granada, del que en enero de 1941 se comunica que se halla a disposición del juzgado número 6. Juan José Luna Muñoz figura como detenido en el 2º Batallón de Trabajadores en Jaén.
NOTA: La carpeta de la que hemos extraído esta información contiene las quintas rojas de 1922 a 1935 (inclusive) más la de 1942, de la que hablaremos más abajo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Quisiera saber algo más de Juan Montañez Bujalance. Sus hijos están en Francia y quisieran saber más de él. Gracias