domingo, 5 de diciembre de 2010

La alcaldía democrática de Manuel Moreno Rosa 03

El impulso a la educación de la corporación comunista
Hay poco destacable en la sesión del 1 de julio de 19131, salvo la denuncia que hace Juan Navas Jiménez pidiendo que conste en acta que “los guardias de campo y demás subalternos no cumplen con sus obligaciones”, y en la del 8 de julio se da lectura al Informe presentado por la Junta Local de Primera Enseñanza por la que se acuerda “con urgencia solicitar dos escuelas de niños y dos de niñas para esta villa que con las ya existentes forman dos graduadas de cuatro grados cada una, más el desdoble de las dos de niñas ya existentes”. El gobierno de la II República destacó por el impulso que dio a la educación y, en este sentido, la corporación comunista de Doña Mencía también era consciente del importante papel que jugaba la educación como medio para erradicar el alto analfabetismo de la población menciana. Pero la tensión social subía por momento en aquel verano de 1931. De hecho desde abril a diciembre de 1931 se convocaron 69 huelgas y hubo bastantes alteraciones tumultuarias del orden y el mes de julio fue, sin duda alguna, uno de los más conflictivos. La cosecha de trigo en 1931 se estimaba en Andalucía un 26 % menor que la de 1932 y la de cebada un 53 %, lo que provocó que el paro se extendiera por la mayoría de los pueblos cordobeses. Los jornaleros mencianos mostraron desde el principio su disconformidad con la Ley de Terminos Municipales, dado el escaso término del pueblo, lo que impedía que, tras la recolección de la aceituna, pudieran encontrar trabajo en los pueblos de la campiña. La situación era cada vez más angustiosa.

12 de julio: el Centro Obrero amenaza con ir a la huelga
Con fecha del 12 de julio, Diego Priego Salamanca –consta el V Bº como presidente- y Vicente Polo Jurado, a la sazón también concejales, se dirigen al alcalde, en representación de la Sociedad de Oficios Varios de Doña Mencía, para comunicarle que “debido a la mala situación en la que nos encontramos hace ya bastantes días por estar en paro forzoso de noventa a cien obreros todos en la más grande miseria es imprescindible poder transigir más. No es que nosotros seamos revolucionarios, es por que la necesidad nos lo impone y tenemos que pedir pan para nuestros hijos que de ninguna manera podemos consentir que se mueran de hambre así es que si en el plazo de cuarenta y ocho horas no se da solución a este paro de noventa o cien obreros iremos a la huelga…”. No tenemos noticias sobre el desenlace de aquella petición obrera. En todo caso, el día 22 de julio los alcaldes se reúnen en la Diputación y en dicho acto se acuerda, entre otras cosas, crear una comisión para visitar a varios ministros de Gobierno y que todos los municipios pusieran en marcha el recargo de la décima parte de la contribución territorial e industrial, autorizado por el nuevo Ministerio de Trabajo.


Lo mas significativo de la reunión celebrada tres días después de la remisión a la alcaldía de la petición del Centro Obrero, es el ruego que hace el concejal Juan Cubero Jurado para que sea sometido a la votación de los presentes la propuesta de supresión de la subvención que el ayuntamiento venía abonando al Colegio de Religiosas de Cristo Rey. Por unanimidad se acuerda suprimir dicha subvención.

En la sesión de finales de julio, se trata el tema de las escuelas solicitadas y se da lectura a la comunicación de la Inspección Provincial de enseñanza por la que se propone se acepte un plan consistente en crear sucesivamente las escuelas pedidas ofreciendo incluir en plan urgente la creación de una escuela de niñas y otra de niños más el desdoble de la de niñas y párvulos existentes. Asimismo, se constituye la comisión gestora especial encargada de la inversión de la décima territorial e industrial para la crisis obrera, aludiendo a “la precaria situación de este pueblo de gran población obrera y tan escasos medios como se ha expuesto en reiteradas veces”.
Relación de obras urgentes en Doña Mencía.

Pero habrá que esperar a la sesión extraordinaria del 3 de agosto de 1931 para que el ayuntamiento presente presupuesto de las obras municipales más urgentes que puedan ser atendidas con el crédito que el nuevo régimen ha concedido con objeto de remediar la crisis obrera. Por unanimidad se acordó declarar con urgencia la realización de las siguientes obras:

  • 1. Mejora de la captación de aguas y ampliación de su caudal en las fuentes del Pilarito y Plaza Mayor.
  • 2. Construcción de un mercado público.
  • 3. Ampliación urgente del cementerio civil.
  • 4. Alcantarillado y relleno del arroyo de aguas sucias llamado Povedano.
  • 5. Construcción de un grupo de 25 casas baratas.
  • 6. Obras de consolidación y reforma de la casa ayuntamiento.
  • 7. Reforma del matadero público.

Pero, si hasta ahora, las aguas habían sido más o menos pacíficas entre los miembros de la corporación, en la sesión del 7 de agosto de 1931 se iba a demostrar lo contrario. El regidor síndico, Francisco Gómez Sánchez, acusa a Juan Navas Jiménez, concejal republicano ausente en dicha sesión, a que, en aplicación de la normativa vigente, debería presentar su dimisión como concejal al no tener liquidadas las cuentas como recaudador de las contribuciones especiales del camino vecinal de Doña Mencía a Nueva Carteya. Tras apoyar la propuesta el alcalde presidente, entra en el salón de plenos otro de los concejales republicanos, Juan Cubero Jurado y “sentado que fue manifiesta que costase en acta sin más explicación su dimisión”. Al final, todo, parece ser, fue producto de un malentendido ya que retirará dicha dimisión en la sesión de 14 de agosto, en la que, sin embargo, solicitará un permiso de tres meses, que le fue concedido. En esta sesión se comunica que han sido concedidas a Doña Mencía 11.212 ptas en concepto de anticipo aprobado por el gobierno para obras municipales. Se acuerda que la primera obra que se acometa con dicho crédito sea el pavimentado con empiedro ordinario de la calle San Sebastián.

En estos momentos la tensión social subía por momentos y el gobernador civil clausura varios centros obreros, entre ellos el de Doña Mencía, produciéndose varias detenciones. La prensa más conservadora de tirada nacional se hace eco del “fracaso en Córdoba del movimiento revolucionario de carácter campesino” y en la misma se cita el cierre del centro sindical de Doña Mencía. No sabemos si la intentona era real o todo era producto de la imaginación de Valera Valverde, gobernador civil de Córdoba.

No todo eran malas noticias. Así, en la sesión del 19 de agosto se comunica que en la gaceta se aprueba la puesta en marcha de dos nuevas escuelas para el próximo curso, por lo que debía habilitarse un nuevo local para las mismas y se autoriza al alcalde para que haga las gestiones oportunas “encaminadas a adquirir el material necesario de donde lo crea en las mejores condiciones y a pagar en el presupuesto venidero”. En la misma sesión se habla del proyecto de alcantarillado del arroyo Povedano que, como así ha ocurrido, “ha de determinar un día no lejano la desviación de la circulación rodada por la redonda del pueblo y no por el centro como hoy se hace evitando el peligro y las molestias consiguientes y por si ello no fuese suficiente facilitaría la construcción segura de una barriada de casas”.

Por esas fechas la prensa se hace eco de una hecho ocurrido en nuestro pueblo que, afortunadamente, no tiene que ver, como era habitual en aquel verano, con la cuestión obrera. Nos referimos al timo que sufrió Juliana Moreno y Moreno a la que le birlaron ni más ni menos que dinero y alhajas por un monto aproximado de 3.000 ptas. según ABC y unas 2.400 según POLÍTICA de las de entonces. Una de las timadoras le convenció que el alma del hermano de Juliana, fallecido recientemente, vagaba por el Purgatorio por no haber cumplido cierta cantidad para las Ánimas. Por ello lió en un envoltorio una cantidad de dinero y alhajas al pozo, pues “eso es lo que habían ordenado los espíritus”. Cinco días después, comprobó en en dicho paquete sólo había periódicos.

Final de la experiencia democrática
La intensa actividad -se reunieron en quince ocasiones desde el 5 de junio hasta el 2 de septiembre de 1931- de la primera corporación democrática de Doña Mencía durante la II República iba a terminar pronto, y no por decisión propia sino por factores externos, y no sin antes tomar algunas medidas de claro signo laicista. Así en la sesión del 26 de agosto de cambiaron los nombres de cuatro calles que llevaban nombres de santos -y que continúan todavía cuando se escriben estas líneas-. Así, la calle Santa María a partir de aquel momento tomará el nombre de calle Libertad; las otras tres restantes se dedicarán a tres militares héroes republicanos: la de San Pedro Mártir se dedicará al capitán García Hernández, la de San Sebastián al capitań Galán y la de San José al capitán Sediles. Y en la última, la celebrada el 2 de septiembre lo más sobresaliente fue la concesión de un terreno de 16 metros cuadrados en el cementerio público a Francisco Güeto Roldán para la construcción de un panteón familiar. Cuatro días después más de 50 personas serían detenidas en Doña Mencía y entre ellas el alcalde Manuel Moreno Rosa y otro de los concejales de su corporación acusados ambos de haber instigado el asalto al cuartel de Doña Mencía.


NOTA FINAL: Este texto forma parte del capítulo 06 -La II República en Doña Mencía- del libro que sobre Doña Mencia en la primera mitad del siglo XX está elaborándose.

Antonio Gómez Pérez.

Acceso al texto completo de: La alcadía democrática de Manuel Moreno Rosa.

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