sábado, 7 de julio de 2007

Las tabernas del pueblo en 1914 (III)



También conservamos un borrador de 1914, siendo alcalde Francisco Campos Navas, en el que se hace una enumeración de los Círculos y Sociedades que existen en el pueblo -ya hablaremos de ellas en su momento- y también se hace una relación de las tabernas de la época.[1] Es seguro que a muchos de nuestros mayores les traerán algunos recuerdos del pasado: Antonio Mª Jiménez Contreras (Plaza Mayor, 38); Gregorio Gómez Barba (Granada, 5 y 7); Guillermo Contreras Muñoz (Hospital, 2); Antonio Morales Gómez (Obispo Cubero, 2 y 4); José Gómez Fernández (Hospital, 3); José Cubero León (Plazuela de la Cruz, 10 y 12); Francisco Morales Gómez (Granada); Francisco Moreno Aceituno (Granada); Francisco Gómez Lastres (Prim) y Juan Jiménez Pavón (Alfonso XII).

En ellas pasarían los mencianos la mayor parte del tiempo de ocio donde el vino sería la única bebida al alcance de todos. En dicho informe se solicitaba que se anotasen las condiciones de honradez de las personas que a ellos concurren y la respuesta es un ejercicio de equilibrismo, pues se afirma que “En las dos primeras la concurrencia es con personal más escogido sin que por ello dejen también de ser frecuentadas por la clase obrera. Las restantes son concurridas solamente por la clase obrera, mereciendo en general el concepto de honradez”. Ya sabemos a que se refería la pregunta cuando hablaba de honradez.

También se señala en dicho informe que en el pueblo había un teatro –el Teatro Nuevo- en la calle de la Virgen 2, cuya propietaria era Concepción Roldán Ruiz y arrendado a Gregorio Gómez Barba, y donde se dan “representaciones teatrales en ciertas épocas del año”, y un café, en la calle Sánchez-Guerra, propiedad de Manuel Montes Priego, sólo frecuentado por la clase obrera. No se citan todos los establecimientos comerciales del pueblo, pero si se alude al de Francisco Contreras Gan, en la plaza Mayor 10, “encargado de la venta de materias explosivas en su establecimiento de estanco de tabacos”. Cuando dispongamos de la información adecuada de las bodegas y lagares del pueblo, y del resto de las tiendas y comercios de la Doña Mencía de la época podremos completar el retrato de aquel momento.

No disponemos, por el momento, de la información necesaria sobre la estructura de la propiedad de la tierra que nos dará las claves de sociedad menciana de principios de siglo, pero nuestro pueblo no presentaba, a tenor de los datos que tenemos, una realidad distinta a la de los demás pueblos de Andalucía: una sociedad escindida con una riqueza basada casi exclusivamente en la tierra y en la que ésta estaba muy desigualmente repartida. De hecho, la Restauración no fue sino un régimen político que benefició a las gentes de orden, grandes propietarios y alta burguesía, y en los puestos más importantes del Ayuntamiento siempre aparecen los apellidos de los grandes propietarios del pueblo –Vergara, Campos, Sotomayor, etc.-.

Pero 1898 significó un aldabonazo duro para la Restauración de 1875 y, para muchos historiadores, la pérdida de Cuba y Filipinas inicia un nuevo ciclo político. Los españoles, con los intelectuales a la cabeza, empiezan a estudiar el pasado y a tratar de regenerar –palabra de moda en la época- la nación. Para ello había que poner manos a la obra para acabar con el analfabetismo y el atraso de una gran parte de la sociedad española. Y ello sólo era posible si se modernizaba nuestra economía y se llevaban a cabo los necesarios cambios para convertir a España, de nuevo, en una potencia mundial como lo fue en el pasado. En este contexto puede entenderse el nacimiento en Doña Mencía de tantas asociaciones políticas a comienzos de siglo cuyo material se guarda en nuestro archivo Municipal.


[1] Relación de los socios del Centro Obrero de Mutuo Auxilio. R. 5456. Borrador a mano de un informe de los Círculos y Sociedades de Doña Mencía. 1914

No hay comentarios: