La hambruna de 1768 en Doña Mencía (I)

La cosecha de trigo de 1767 había sido muy mala y ya a principios de agosto se acordó adquirir mil fanegas de trigo a 43 reales que es el precio al que corre hoy día en esta villa. Pero en enero la situación se hizo angustiosa otra vez y en el día de ayer quatro se agolparon los hombres del campo pidiendo que se les repartiese tierras que labrar. El Cabildo accedió a tal petición, indicando que hasta ahora no se ha hecho (el reparto) por no haberlo pedido hasta ahora el vecindario, lo que sonaba a vulgar excusa. Y así fue, aunque las tierras de Propios de que disponía el municipio sólo servían para ganados y dehesas de yeguas y todo ello es terreno muy estrecho y fragoso. Siete días después estalló el motín. El tiempo incesantemente lluvioso impedía que los Pobres puedan salir al campo a trabajar para ganar la comida y de nuevo se agolparon antes las casas del Ayuntamiento clamando encarecidamente se les socorra con el trigo del Pósito. Los textos, fechados el 11 de enero de 1768, extraídos de las Actas Capitulares de este año y que podemos ver en las imágenes adjuntas son tan expresivos al describir la situación que es mejor transcribirlos casi en su totalidad. El primero es un Auto del Corregidor en el que pide, vistas las circunstancias, que se reúna el Cabildo para tomar las medidas oportunas referidas al préstamo de trigo a los vecinos necesitados del pueblo, pues debido a las vacaciones de las próximas pascuas pasadas no se ha podido traer respuesta de la Audiencia sobre esta petición. Es un texto duro y terrible en el que, incluso, con bastante grafismo se expresa la tensión en la que viven muchas familias del pueblo El segundo es el acta del Cabildo en la que se acuerda prestar a cada vecino media fanega de trigo del Pósito para devolverlo con creces, como era habitual, el día de Santiago.

Veamos los dos textos:

Texto I Doña Mencía a 11 de enero de 1768

Auto del Corregidor de Doña Mencía, Don Agustín de Ortega, abogado de los Reales Consejos

“…y continuar el tiempo incesantemente lluvioso sin que los Pobres puedan salir al campo a trabaxar para ganar la comida, han buelto a agolparse a las casas de su mrd en este día clamando encarecidamente porque se les socorra con el trigo del Pósito para no perecer de necesidad y que estta no les precise acometer los excesos que hasta ahora no ha hecho sin embargo de no tener ia absolutamente modo ni medios de resistir su pobreza pues los panaderos ni los demás abastecedores del pueblo quieren continuar fiándoles lo que han menester para su manutención y la de sus familias con las quales están pasando tambien grandes Ynteriores quebrantos y desasones porque como les piden el alimento que no pueden darles y se ven tan fatigados y aflixidos les falta a unos y a otros la tolerancia siéndoles violentta mte forzoso el castigar a sus Hixos para que callen de cuia Infelicidad y desdichada suertte les resulta el dolor y pena que se dexa discurrir viéndose finalmente tan aburridos que ya no saven que rumbo tomar para su consuelo si su Mrd no se lo facilita y respecto de ser cierto lo referido como ppco y notorio y que por lo mismo que dichos pobres no se han abandonado a cometer tropelías se hazen verdaderamente más acreedores a la piedad siendo de temer que si se les retarda más el socorro que piden puedan Yncurrir en delitos de gravedad…”.

Nota: Toda la información de este texto ha sido extraída del libro de 1768 de las Actas Capitulares del Archivo Histórico Municipal de Doña Mencía.