lunes, 24 de marzo de 2008

Como los chorros del oro


Alguien ha dicho en más de una ocasión que los españoles –hace poco leí que nuestro país debe tener uno de los consumos per cápita de lejía más altos del planeta- (1) y, por ende, los andaluces somos muy limpios, pero sólo de puertas para dentro. De hecho se dice que mientras tenemos nuestras casas como los chorros del oro, la calle, lo que es de todos, nos importa bastante poco.


Y lo hemos podido comprobar en estos pasados días de Semana Santa en nuestro pueblo en los que, tras el paso de la procesión, el suelo quedaba inundado de cáscaras de pipas –en Córdoba capital esto es ya una tradición-, bolsas de distinto pelaje y color y otras inmundicias. Menos mal que el Ayuntamiento ha hecho bien su trabajo -¿convendría pensar en realizar alguna campaña cívica sobre la limpieza urbana además de colocar alguna que otra papelera más en lugares estratégicos? Pero, me ha llamado mucho la atención el abandono de algunos de los paneles de cerámica –obra de nuestro artista local Fernando Moreno- que, con motivo del centenario de la muerte de Valera, se situaron en algunos rincones y calles del pueblo con textos elegidos por Poncho y Pepe Jiménez sobre Valera y Doña Mencía.

Quizá, y yo el primero, no hemos sabido calibrar la importancia que para Doña Mencía tiene el hecho de que en la obra del gran escritor del siglo XIX aparezcan con tanta frecuencia referencias a nuestras fiestas, parajes, personajes y costumbres. Os adjunto algunas muestras del estado lamentable de algunos de los rótulos sobre Valera.

(1) España antes sus fantasmas, TREMLET, G. Siglo XXI. Madrid. 2006. pág. 223.

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