miércoles, 11 de noviembre de 2020

 

VAE VICTIS! Ay de los vencidos. Doña Mencía 1900-1950


08 Biografías de represaliados mencianos. Letra A (I)


Alcaide Redondo, Alejandro I

Ya nos hemos referido en otra ocasión en este blog a la figura del maestro don Alejandro Alcaide Redondo, natural de Almagro y afincado en Doña Mencía desde 1933. Él será uno de los protagonistas principales de lo sucedido en Doña Mencía en el período final de la II República y en los días en que la villa estuvo bajo dominio del gobierno legítimo en la última quincena de julio de 1936. Don Alejandro sería procesado doblemente: la primera al término de la guerra y a principios de los años 40 ya en su localidad natal. El expediente del primer proceso se guarda en el Archivo del Tribunal Territorial Militar Segundo de Sevilla. ATMTSS. (Alcaide Redondo, Alejandro SS N.º 1919/39. Leg. 529. N.º 18143) y la del segundo en el Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid. AGHDM (Fondo: Madrid; Sum: 14049. Leg. 7214). La información que transcribimos a continuación ha sido obtenida de esta documentación.

 

Don Alejandro y la II República

Entre la documentación que en su defensa presenta el maestro republicano don Alejandro Alcaide Redondo en el proceso sumarísimo que se abre contra él al término de la guerra se adjunta el programa de “La gran feria y fiestas de Nro. Padre Jesús de septiembre de 1935”. Su nombre figura en el programa como presidente (de la comisión de festejos) junto a Manuel Ortiz, como secretario y José Sánchez como tesorero e imaginamos que parte del texto de la introducción que figura en el interior es obra del maestro de Almagro. No sabemos cómo se celebraron estas fiestas pero lo que se deduce del texto citado no nos hace pensar que fueron muy animadas. “Doña Mencía siempre tuvo sus fiestas”, se dice en el programa, pero “si alguna vez dejó de celebrarlas no fue por desidia, ni por incuria, ni por abandono, sino porque otras inquietudes embargaron el espíritu público, haciendo valla y obstáculo a su animación y a su gusto”. Y se cierra el texto con un deseo por parte de los organizadores para conseguir el éxito de las mismas en “este bello rincón, enclavado en la esmeralda del alegre paisaje andaluz”. 

Programa de las Fiestas de Jesús Nazareno de 1935. Fuente: ATMTSS. (Alcaide Redondo, Alejandro SS N.º 1919/39. Leg. 529. N.º 18143)

     

Sobre su implicación política en los últimos años de la II República sabemos que según recogerá en su informe el comandante de puesto de la Guardia Civil de Doña Mencía, Antonio Ferrero Peral, el 30 de octubre de 1939, a don Alejandro Alcaide Redondo se le acusará de ser el primero que en unión del telegrafista D Alfredo Cubas Talaverón (fusilado al aplicarle el bando de guerra) con su propaganda y consejo levantará en sentido extremista los ánimos de los obreros de este pueblo en 1936, muy decaídos y en gran parte desengañados desde los sucesos de 1931”.  En el informe elaborado pocos meses antes, el 27 de mayo de 1939, el alcalde, Agustín Ortiz, se expresa en los mismos términos añadiendo que los dos citados "trabajaron con gran ardor la candiadatura del Frente Popular en las elecciones de Febrero de 1936. 


Informe elaborado por el alcalde de Doña Mencía, Agustín Ortiz, el 27 de mayo de 1939, sobre Alejandro Alcaide Redondo. Fuente: AHMDM. S/C.

 

No sabemos con detalle cómo fue recibido el triunfo de la coalición de izquierdas aunque imaginamos que la alegría que produjo no era compartida por toda la población de Doña Mencía. No hemos encontrado muchas referencias a este momento en los procesos sumarísimos y causas abiertas contra los republicanos mencianos posteriormente y solo en la ampliación de la declaración de Juan Romero Barranco, también maestro, sobre su compañero Alejandro Alcaide Redondo, nos comenta la conversación que mantuvieron entre ellos en la noche que en Doña Mencía se conoció el resultado de la elecciones del 16 de febrero de 1936, cuando “unos obreros se acercaron al procesado (Alejandro Alcaide) a preguntarle su opinión sobre el resultado electoral y él les manifestó que aquello no significaba el libertinaje de ellos ni causa para que se manifestaran cometiendo actos de desorden ni mucho menos para que molestaran a nadie, que aquel resultado electoral había que administrarlo con orden y sanos procedimientos en bien y beneficio de los principios republicanos de orden que él mantenía. Y volviéndose ante la reunión de amigos con los que estaba les dijo el procesado: ya han visto ustedes en la forma y temas con que yo le hablo a los obreros cuando se me presenta la ocasión como ha sucedido en este momento”.

Además, y en favor del maestro nacional Alejandro Alcaide Redondo en dicha declaración se señalaba además la valentía y religiosidad del maestro de Almagro quien “en los últimos días de abril de 1936, quizá el día 30 a pesar de una huelga general revolucionaria bautizó a una hija suya a cuyo bautizo asistimos y fuimos testigos presenciales de que al terminar el mismo le entregó una monja una medalla que el procesado besó y guardó”. Y añadía que “el 1 de mayo con motivo de la fiesta del trabajo organizaron los elementos izquierdistas unas manifestaciones con banderas (cuando) éste, el procesado, en unión del declarante y otros amigos paseaba por las afueras del pueblo cuando aquellas manifestaciones”.

Otra de las personas que también declara a su favor, el también maestro nacional Emilio Ruiz Segura, al referirse al ambiente que se respiraba en aquellos días en Doña Mencía “antes del Movimiento cuando en todas partes y más en el pueblo de Dª Mencía todo eran huelgas, revueltas e indisciplina, paseaba un día por la plaza del pueblo y dijo estas palabras: este desorden y estas cosas que están pasando no deben suceder, ha de imponerse hacer imperar la autoridad. De esta forma vamos mal o bien a un comunismo o al Fascismo y te juro que prefiero que duda cabe el Fascismo al Comunismo”. ¿Fue así o solo era un guiño a los vencedores? El párroco de la villa Juan Navas Barba en ese extenso documento manuscrito que hemos citado al referirnos a las fiestas de Jesús de septiembre de 1935 también habla en favor de Alejandro Alcaide Redondo y de su religiosidad haciendo constar que “en una de las huelgas más tumultuosas que celebró en esta villa el Partido Comunista tuvo la valentía de tomar un coche y atravesando un grupo de obreros llevar a bautizar a un hijo suyo desafiando el peligro que ello suponía dada la efervescencia de los ánimos en contra de las doctrinas y prácticas de la Iglesia”.

El mismo 18 de julio, “cuando la Guardia Civil abandonó el pueblo cumpliendo órdenes” -así consta en la declaración que el farmacéutico Francisco Ortiz Fernández, hizo en favor del maestro procesado Alejandro Alcaide Redondo el 5 de febrero de 1941- “y dejó al pueblo sin autoridad de ninguna clase empezaron a querer y recoger armas, se presentó el procesado en casa del declarante y le dijo: Don Francisco tenga Vd. tranquilidad que no le ocurrirá nada ni pasó, pero el procesado no era nada más que persona influyente sobre todos pues el Jefe de todo aquello del comunismo y del Ayuntamiento era Manuel Moreno Rosa, actualmente detenido en Burgos”. Y apostilla que “al declarante no le consta que la Guardia Civil tuviera orden de retirarse, lo cierto es que se fue y quedó el pueblo abandonado”.



 

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