jueves, 31 de enero de 2008

Los crímes de Genaro y la violencia de género en Doña Mencía (II)


Sin dar tiempo siquiera para poder asimilar los efectos producidos por el primer crimen cometido el pasado domingo (15 de julio de 1906) y mientras algunos vecinos se hallaban en la casa dando el pésame a la mujer hija de la víctima, el asesino se presentó de nuevo ayer (jueves 19 de julio) por la noche en la “casa de la muerte” –como se le conoce ahora en Doña Mencía- para rematar su venganza. Dispararía por tres veces contra Francisca Ruiz, hija de Manuel, la víctima del domingo, causándole la muerte y al oído de los disparos acudiría su madre, Martina, que también fue abatida por el criminal. Más tarde quemaría viva a María de los Santos Montes- hemipléjica de 80 años de edad- que estaba acostada en un rincón junto a la cocina. Tras un tiroteo que duró hasta el amanecer, y gracias a la ayuda de la Guardia Civil de Cabra, sería reducido Genaro al que encontraron acostado en una habitación junto a la cocina. Se había pegado un tiro en la cabeza que no acabó con su vida. Este es el resumen de lo que lo aparecido en la prensa cordobesa (El defensor de Córdoba) y nacional (ABC, El Imparcial) sobre lo sucedido en Doña Mencía en aquel mes de julio fatídico.

“No puede darse idea ni aproximadamente del estado de ánimo en que se encuentra el vecindario desde que ocurrieron tan horrendos crímenes: las mujeres no se atreven a salir a la calle, en todas partes no se habla de otra cosa y, en general, llueven de todas las bocas maldiciones y toda clase de calificativos para el feroz criminal que ha echado tan tremendo borrón sobre este pueblo”. Así describía el ambiente que se respiraba en el pueblo, en su crónica publicada el sábado 21 de julio de 1906 en “El defensor de Córdoba”, el muy diligente y activo corresponsal menciano Francisco Priego Jiménez al referirse a los hechos ocurridos en la noche del jueves 19 de julio de 1906.

Nadie podría imaginarse que Genaro se atrevería a volver al pueblo después de lo sucedido el domingo. La noticia de que el criminal había vuelto y de que se encontraba todavía en la casa de la calle Nueva se extendió por el pueblo con inusitada rapidez y aquella se convertiría en una de las noche más largas en la historia de Doña Mencía. Acudieron el alcalde, Francisco Barea, acompañado del juez municipal, Juan Vergara Vargas, y del primer teniente alcalde Rafael de Sotomayor Vargas. También se personaron allí los guardias nocturnos José Polo Moreno, José Buitrago Gómez y los guardas de campo Manuel Muñoz Gan y Bonoso Jiménez Navas, además del guardia civil del puesto Francisco Pérez Corpas, ya que el resto de los números estaba intentando detener al bandido “El flaco”. A eso de las de las seis y media de la mañana, “después de hacer un sinnúmero de disparos”, lograron entrar en la casa y reducir al criminal hallando en ella “el cuadro más horrendo que pueda imaginarse”. En el portal de la entrada se encontraba el cadáver de Martina Muñoz Rabadán (ver la foto publicada en ABC) y a pocos de ésta y a la entrada de la cocina en la parte izquierda se encontraba el de su hija Francisca Muñoz Moreno. En la misma cocina y en un rincón de la derecha se hallaba el cadáver de María de los Santos Montes metida en la cama la cual estaba ardiendo todavía”.


El criminal, que había intentado suicidarse, estaba acostado en una habitación que comunicaba con la cocina. “Su aspecto no era el de una persona, pues tenía la cara y ropas llenas de sangre y los ojos inflamados”. Había intentando, sin éxito, suicidarse. No hubo que lamentar víctimas entre los que asediaron a Genaro, a pesar de que el ala del sombrero del guardia municipal Bonoso Jiménez Navas –que sería fusilado a comienzos de la guerra civil de 1936- estaba atravesada por un balazo. Solamente el guardia civil del puesto de Doña Mencía presentaba un rasguño en la frente por habérsele reventado un disparo y por la misma razón estaba también herido en la rodilla el guardia civil de Cabra Jerónimo Muñoz Chacón.

En la próxima entrada hablaremos de cómo fue la salida de Genaro de la casa de la calle Nueva y su traslado, escoltado por seis parejas de la Guardia Civil, hasta la estación de ferrocarril del pueblo en medio del gentío que lo increpaba.

NOTA: Los crímenes de Genaro en “El Defensor de Córdoba”. Adjuntamos las páginas de “El defensor de Córdoba” con las crónicas de Francisco Priego Jiménez sobre los crímenes de Genaro publicadas durante los días 17 y 20 de julio de 1906. Esta información está disponible en este enlace sobre Prensa Histórica del Ministerio de Cultura.


sábado, 26 de enero de 2008

La plaza de Andalucía

Es la plaza del pueblo, la primitiva plaza del Pradillo. La de los juegos en las noches del verano y la de los paseos, en donde hasta no hace mucho tiempo, se realizaban por la zona asignada a cada grupo social, pues allí también, en la zona más pública del pueblo, se expresaban las diferencias sociales.

Ahora es la plaza de todos, aunque la expansión del pueblo le ha quitado un cierto protagonismo, pero todavía sigue siendo el lugar de encuentro de la gente del pueblo y de los que vienen en Semana Santa a su tierra. En estos días, tan señalados para Doña Mencía, todo el pueblo, y es que nunca hay más gente en la calle, espera agolpado la aparición de las imágenes religiosas por la esquina que da al Ayuntamiento, tras sortear las estrecheces y los recovecos de las calles históricas del pueblo.

Y desde el balcón del Ayuntamiento, según refiere Valera, el pregonero leía en voz alta la sentencia que condenaba a Jesús “...a muerte afrentosa en una cruz y entre dos ladrones por enemigo del César y por otros muchos delitos”. Y respondiéndole el predicador “! Calla, falso pregonero! , ¡calla, viperina lengua y oye la voz del ángel, que dice! :...” Enseguida en el balcón de la casa de enfrente aparece “el niño de seis o siete años, más bonito, más inteligente y de más dulce voz que en el lugar hay; y primorosamente vestido de ángel... diciendo: esta es la sentencia que manda hacer el eterno Padre...”

Pero la plaza también ha sido escenario de conflictos, de discursos políticos y de huelgas en el pasado, en épocas de crisis, y, también, en ella se han ejecutado algunos condenados a muerte como ocurrió a principios del siglo pasado (1807) con Francisco Posadas de Mesa por haber matado “alevosamente” a su mujer.

Ya no quedan las posadas que había a su alrededor ni el pilar a donde iba la gente del pueblo a por agua. Y antes, también, el baile de la feria se celebraba allí, alrededor del kiosco de la música que se montaba encima de la fuente. Ahora, se ha convertido en una plaza como de la de muchos pueblos de Andalucía, sin los puestos de pipas y golosinas que antes había, y las antiguas casonas han sido sustituidas por pisos poco originales. Ya desapareció, desgraciadamente, la cafetería Capri, con su salón de cine incluido –¿cuántas películas hemos visto sentados en aquella larga y estrecha sala de Capri Cinema?-, diseñada por el gran arquitecto cordobés Víctor Escribano Ucelay e inaugurada a finales de los años cincuenta provocando la admiración de los que se acercaron a ver aquel nuevo bar de aires modernistas atendido por señoritas.

En una de las esquinas de la plaza, junto a la Cañá las Perchas, estaba el bar por antonomasia del pueblo y el salón de baile, de los que nos hablaban nuestros abuelos, y hasta ella llegaban los autobuses de línea en el pasado. Todavía aquí aunque ya cada vez menos, y antes también en la Plazuela de la Cruz, los hombres del pueblo se reúnen por la mañana en los días de lluvia y al atardecer para comentar los problemas del campo y de su tierra

Allí también estaba la cárcel municipal, incluso antes de que se trasladaran hasta ella las Casas Capitulares en 1723 desde el Pósito. En la actualidad, el edificio del Ayuntamiento es de finales de la década de los años 60 y en su interior se pueden ver algunas obras del artista local Antonio Bujalance y un retrato de don Juan Valera y otro del Obispo Cubero.


NOTA: Nuestro agradecimiento a todas las personas autoras de las fotos que os adjuntamos. Hay más fotos de nuestra plaza y esta es sólo una pequeña muestra, aunque están las más conocidas. Gracias a todos los que están sacando las fotos de sus cajones para que las podamos disfrutar los demás.

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martes, 15 de enero de 2008

Abril de 1959


Como adelanto de una próxima entrada más extensa sobre los anuncios aparecidos en el antiguo GUIA, os mostramos el anuncio de la gran película de Joselito "El ruiseñor de las cumbres", aparecido en el número especial del mes de abril de 1959, dedicado a las fiestas de San Pedro Mártir. ¿Saben los jóvenes dónde estaba el cine Delicias? Seguramente que yo fui uno de los que fui a verla. Habrá más.

lunes, 7 de enero de 2008

A tiro limpio

Lean esta noticia aparecida el día 9 de diciembre de 1905 en "El defensor de Córdoba". ¿Cómo en el salvaje Oeste americano?, o, ¿algo más civilizados? Sin comentarios.

domingo, 6 de enero de 2008

Testimonios

En la primera parte del segundo día de las pasadas Jornadas de Historia Local de Doña Mencía se rindió un merecido homenaje a Andrés Priego Ojeda (1917-2006), Rafael Muñoz Moreno (1917) y Francisco Montes Navas (1908). Los tres lucharon por la libertad y por la legalidad constitucional rota tras el golpe de Estado de 1936 y los tres vieron truncadas sus vidas, como las de muchos mencianos y mencianas de su época. En el verano de 2005 se ofrecieron a ser grabados por el Foro Ciudadano por la Recuperación de la Memoria Histórica de Doña Mencía y parte de sus testimonios pudieron ser vistos y escuchados por los asistentes a dicha jornada. Las imágenes que os presentamos están sacadas de dichas grabaciones. Próximamente publicaremos en este blog una reseña de sus biografías con las que pretendemos iniciar un apartado dedicado a las personas de Doña Mencía que han destacado por algún aspecto relevante. Contamos con vuestras aportaciones.

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miércoles, 2 de enero de 2008

Balance de las jornadas de historia local

En los últimos días de diciembre se celebraron, como habíamos anunciado en este blog, las IX Jornadas de Historia Local de Doña Mencía. Tras la presentación de las dos exposiciones que figuraban en el programa -la referida a los documentos sobre 1936 en Doña Mencía puede ser consultada en este blog también- María de Mar Téllez hizo una presentación detallada del estado de la cuestión del Mapa de Fosas de la provincia de Córdoba, y en su ponencia, tras comentar los avatares de la guerra civil en nuestra provincia, pudimos ver las cifras detalladas de los muertos que figuran tanto en los registros civiles como en los de los cementerios de la provincia de Córdoba. Eran datos escalofriantes pues las muertes reales durante la guerra y después de la misma, fueron muy superiores ya que, en muchos casos, numerosas personas no figuran ni en unos ni en otros. En Doña Mencía, por el momento, no tenemos datos relativos a fosas nacidas durante el conflicto y después del mismo y, aunque hubo varias preguntas respecto al paradero de las personas de Doña Mencía que fueron fusiladas durante la guerra –de 40 a 60 según todos los indicios-, María de Mar Téllez no pudo indicar en qué lugar podían estar enterradas estas personas. Según los muchos testimonios orales eran llevadas hacia Monturque, pero no se sabe en qué lugar exacto fueron sepultadas.

El segundo día, tras la proyección de los audiovisuales de las entrevistas llevadas a cabo por el Foro Ciudadano por la Recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía a los mencianos Andrés Priego Ojeda, fallecido en 2006, Rafael Muñoz Moreno y Francisco Montes –cuyas biografías publicaremos en próximas entradas en este blog- la alcaldesa de Doña Mencía, María de los Santos Córdoba, hizo entrega de un obsequio a los homenajeados. Ya antes de comenzar su intervención sobre la represión franquista de los maestros y maestras cordobesas, Manuel Morente, con gran sorpresa por su parte, pudo ver que en las listas de los huidos de Doña Mencía a finales de Julio y principios de agosto de 1936 figuraba Alejandro Alcalde Redondo, domiciliado en la calle Bendición 16. Don Alejandro Alcalde Redondo fue maestro de Doña Mencía, natural de Almagro, y fue uno de los muchos maestros depurados por el régimen de Franco por lo que no pudo volver a ejercer su profesión. Su nombre también figura -es el último de la lista- en la relación nominal de los individuos que constituían el comité marxista de esta localidad -según consta en la documentación remitida por el alcalde de Doña Mencía, Rafael Vergara al Fiscal Instructor de la Causa General de Responsabilidades políticas con fecha de 27 de octubre de 1942- cuyos miembros –esta es la trascripción textual- efectuaron detenciones de personas de derechas y prestaron servicio de guardia a los mismos durante su estancia en la cárcel y ordenaron y efectuaron registros domiciliarios para la requisa de armas de fuego. Se expresa también en el lateral que El funcionamiento de la organización afecta al partido comunista de esta localidad dependía de las órdenes que recibía de fuera y junto a la relación de personas detenidas y también en el lateral se expresa que el trato a los detenidos fue bueno a pesar de tenerlos asustados con que los quemarían vivos.

Tanto Rafael (nacido en 1913) como Francisco (nacido en 1908) conocieron a don Alejandro y alabaron sus virtudes como maestro. Francisco nos contó que don Alejandro regresó al pueblo tras la guerra civil pero no sabe si se marcho más tarde a su pueblo natal, Almagro.

Manuel Morente aludió a un documento –y que amablemente nos ha cedido para que pueda ser consultado- en el que, don Francisco Blasco Vizcaíno, maestro de Doña Mencía –cuya fotografía figura en la entrada relativa la Academia de Nra Sra del Carmen en el curso de 1952/53- y Jefe Local de Falange Española de las JONS y Tradicionalista –añadido después a máquina- remite a Mariano Amo Ramos y Emilia de Miguel Eced, inspectores de primera enseñanza que se ocupaban de la cuestión de la atención a los niños huérfanos y abandonados, especialmente Mariano Amo que era el que dirigía todo ese servicio. Además Amo era jefe accidental de la Inspección al haber cesado la autoridad militar al Inspector jefe José Priego López. En la carta se hace alusión a los cinco cuadernos con los nombres de los 210 huérfanos y desamparados de Doña Mencía a causa de la guerra (Los cuadernos no figuraban en el expediente según nos comunica Manuel Morente). Se afirma después que todos los datos han sido tomados directamente de las madres ya que hemos ido a todas las casas del pueblo. En el párrafo siguiente se expresa que “a la vista de esta relación verá nuestro Gobernador la urgente necesidad de crear en esta villa un comedor donde por lo menos se les pueda servir una comida a estos pequeños que no deben pasar hambre y de esa forma demostrar al mundo que en España somos verdaderamente cristianos”. Con ello se conseguiría –sigue después- ver realizada “una de nuestras mayores ilusiones cual es dar de comer y alegría a estos niños inocentes y víctimas de la incultura de sus padres". (sic).

En la segunda página –ver texto 2- se señala que "muchos no van a ninguna escuela y esto se debe a que todos los días van a la Sierra en busca de una haz de leña para venderlo por unos céntimos y así comer un pedacito de pan”. Y continúa afirmado, tratando de tocar la vena sentimental de nuestro Gobernador, que “al darse cuenta del tristísimo espectáculo que es este pueblo con tantísimos nenes sin hogar se apresure a visitarnos y poner término a tanta desgracia como tiene que haber en los hogares sin pan”. Sin comentarios. El documento está fechado el 22 de mayo de 1937, en plena guerra civil. También se conserva el telegrama en el que se comunica el cierre del comedor de caridad por falta de recursos económicos.

¡Tantos niños huérfanos! Esa fue una de las expresiones que más se oyó tras la ponencia de Manuel y en la sesión del día siguiente se aludió a este dato. ¿Cuántos cabezas de familia huyeron de Doña Mencía a finales de julio y principios de agosto de 1936? En la relación que se hace con fecha de 17 de septiembre de 1936 el número total es de 98, por lo que la cifra de huérfanos o desamparados no es exagerada. El número total de mencianos y mencianas que marcharon del pueblo a finales de julio y principios de agosto de 1936 se acerca a las 400 personas. Como vemos hay todavía muchos aspectos desconocidos de la historia de Doña Mencía y que debemos hacer todos los esfuerzos necesarios para su recuperación y conocimiento.

En la próxima entrada de este blog hablaremos de lo tratado en la tercera sesión de las jornadas.