viernes, 17 de julio de 2009

El motín de Doña Mencía de 1893 (y III)

“El Sr. Presidente expone que (debido a) las constantes reclamaciones hechas a su autoridad por gran número de jornaleros que se hallaban sin trabajo -¿algo ha cambiado en nuestro casi 120 años después?- a causa de la larga sequía y pérdida de los viñedos de este término municipal, se decide emplear al mayor número de jornaleros en la reparación de los caminos vecinales hasta alcanzar la suma de 250 ptas”. Así consta textualmente en el acta capitular del AHMDM de 26 de marzo de 1894, pocos meses después del famoso motín del año anterior. Todo ello explica la rabia y el clima de agitación social que se respiraba en nuestro pueblo (y desafortunadamente en gran parte de la Andalucía del momento) en aquellos momentos.


El Diario de Córdoba, 16 de septiembre de 1893, pág. 2
Fuente: Prensa Histórica.

Pero sigamos con historias sobre el motín de Doña Mencía. El Diario de Córdoba, en su edición del 16 de septiembre, en su página 2, le dedica una amplia extensión a “Lo de Doña Mencía” –como si todos sus lectores supieran lo que habían pasado en el pueblo- y alude a los nueve presos que fueron conducidos a la cárcel de Cabra. Y, a continuación, informa de la tranquilidad del día de ayer hasta que a las ocho de la noche -¿13 0 14 de septiembre?- en el que “con motivo de pasar por la plaza una manifestación religiosa, se hallaba reunido en ella un inmenso número de personas de todas las edades y sexos, que intentaron detener la procesión, pidiendo la libertad de los presos (los que no habían sido enviados a cabra y estaban detenidos en la cárcel del Ayuntamiento cuya ventana daba a la plaza)…”. Todo parece que la procesión de Jesús se hacía en la víspera del día festivo. La protesta, como se puede leer en el texto adjunto, llegó a mayores y la guardia civil se vio obligada a hacer disparos al aire, “consiguiéndose de este modo despejar la plaza”. ¿Dónde se refugió la imagen? No nos dicen nada de ello.

El Imparcial, 16 de septiembre de 1893, pág. 3
Fuente: BNE Hemeroteca.

El Imparcial también publicó en la página 3 una pequeña reseña con carácter de urgente en su edición del 16 de septiembre, refiriéndose a lo sucedido durante el paso de la procesión por delante de la cárcel, en el que se vio obligada a intervenir la guardia civil sin que se produjeran desgracias personales. Y, como muestra de la dura realidad de la España de aquellos momentos, en la página 4 de esa misma edición –esto no tiene nada que ver con el motín al que nos estamos refiriendo-, en la sección de anuncios aparecen algunas muestras de las consecuencias nefastas de los vicios de la sangre. Tampoco en esto estaban los demás países de Europa más adelantados. Así, Stefan Zweig, en su magnífico libro de memorias “El mundo de ayer”, (Barcelona, 2002, pág.123) y al referirse a la Viena de principios de siglo XX, comenta que se podía leer “sobre la fachada de una de cada seis o siete casas el letrero de “Especialista en enfermedades de la piel y venéreas”.

El Imparcial, 16 de septiembre de 1893, pág. 4
Fuente: BNE Hemeroteca.

Pero la prensa todavía le dedicaría cierta relevancia a lo ocurrido en nuestro pueblo y, así, de nuevo El Liberal de Madrid y en una columna titulada MOTINES -¿tantos se produjeron en aquellos días?, en la edición del día 17, comenta que el motín se reprodujo en Doña Mencía, sin aludir a los hechos violentos del día de la procesión, informaba que, tras la demanda popular, para que se celebrara la procesión del día de Jesús, ésta, finalmente, “se ha celebrado con la mayor compostura”. Y en vista de la tranquilidad reinante, parte de la Guardia Civil se volvió para Cabra. Y así hasta el próximo aviso, aunque la situación de la clase obrera seguiría siendo angustiosa, como de nuevo se vuelve a recordar en el acta capitular del 27 de mayo de 1896.


El Liberal, 17 de septiembre de 1893, pág. 3

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